“La renuncia de Boluarte es el primer paso para la solución a la crisis”

Secretario general de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (FTCCP) y presidente de la CGTP, Luis Villanueva Carbajal señala la importancia de la movilización y los gestos políticos contra la dictadura.

—La movilización en las regiones y en Lima no para, pese a los asesinatos. ¿Cuál es su lectura de esta crisis política?

—Las fuerzas de la represión están desatadas. Creen tener impunidad. Y Dina Boluarte se ha metido en un tremendo lío por no renunciar a tiempo. Ahora ya está denunciada por crímenes de lesa humanidad y no va a librarse de la cárcel. Sin embargo, su situación penal será menos catastrófica mientras más rápido se vaya. El pueblo peruano tiene una larga historia de lucha contra las dictaduras y nunca se ha dejado vencer pese a las balas o la cárcel. No hay forma de amedrentar al pueblo peruano. Las protestas no van a parar.

—¿Cómo participan los trabajadores en esta coyuntura política?

—Los trabajadores nos hemos convocado a movilizaciones y siempre estamos de la mano del pueblo en sus justas protestas. Es nuestra tradición histórica. Nos convocamos para el 31 de enero y ahora estamos preparando otra jornada de lucha el 9 de febrero. En Lima, como es de costumbre, nos concentraremos en la Plaza Dos de Mayo. Pero debemos ser conscientes de que en esta lucha necesitamos trabajadores, estudiantes, intelectuales, artistas, padres de familia, comedores populares, mercados, transportistas, ambulantes… nos necesitamos todos en esta causa. La renuncia de Boluarte fue, es y será el primer paso para la solución a la crisis.

—¿Está haciendo un llamado al pueblo en general a unirse a la protesta?

—Más que un llamado es una explicación del contexto actual, porque hemos visto adherencias a la protesta; no solo es la movilización, también son los gestos políticos. Los estudiantes de San Marcos y el rector de la UNI que defendieron a los manifestantes fueron clave. Acaba de renunciar el jefe del gabinete técnico de la presidencia y le ha dicho a Boluarte en su carta de renuncia que no puede haber diálogo sin haber establecido responsabilidades por las muertes y le pide que responda como jefa de Estado más que como jefa de gobierno. Antes lo hicieron algunos ministros, como el de Trabajo, Eduardo García Birimisa, quien le pidió a Boluarte que pida disculpas al país por los muertos y un “cambio de rostros” en la dirección del gobierno, es decir, que renuncie. Otro gesto importante fue el del periodista Carlos Cornejo, quien se atrevió a decir en el canal del Estado que a Víctor Santisteban Yacsavilca lo mató la policía. Y así hay varios ejemplos. Estos gestos ayudan. Sería bueno que los mencionados y otros puedan acompañar al pueblo en las marchas. Nos necesitamos todos para recuperar la democracia.

—¿Hasta dónde es capaz de llegar Dina Boluarte en su intento por mantenerse en el gobierno?

—Eso no sabemos, solo lo sabe Dina Boluarte. Hemos visto escenas patéticas donde Alberto Otárola le enmienda la plana, y habla por ella diciendo que no va a renunciar. Pero hay excesos propios de una dictadura que son coordinados por más de una o dos personas. El informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos que presentó a 50 días de protestas es lapidario. Registran ejecuciones extrajudiciales; tortura física y psicológica en dependencias policiales, incluyendo una violación sexual masiva; uso de armamento de guerra contra manifestantes, como fusiles AKM y GALIL; acusaciones falsas de terrorismo. Y todo ello se reporta directamente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

—El terruqueo también es una práctica común.

—Una práctica delictiva. Detienen a una mujer con 1900 soles que daba apoyo para manifestantes heridos, y la terruquean, mientras del otro lado, la asociación Integridad ha “recabado” cientos de miles de soles para la policía y a su vocero inclusive le parecen bien las muertes, las justifica, las avala y casi las aplaude. No hay integridad en el asesinato de peruanos. El jurista Ernesto de la Jara ha denunciado que sabe que algunos acusados falsamente de terrorismo en los 90 han recibido recientemente la visita de la DIRCOTE para obligarlos a decir que hay terroristas entre los detenidos en protesta. Son las mismas tácticas de la dictadura fujimontesinista. El terruqueo no solo es mediático, tiene varias aristas. Y contra esto también nos vamos a enfrentar. Con más de 60 muertos y casi dos mil heridos en protesta, cuesta creer que aún existen defensores de la dictadura cívico-militar-empresarial de Dina Boluarte y Alberto Otárola, pero los hay y también debemos combatirlos.